miércoles, 5 de enero de 2022

Usted, Einstein y los Impuestos

 


Imaginemos la escena y el contexto. El célebre Albert Einstein, genio por antonomasia, acababa de pasar la tarde escuchando a Leo Mattersdorf quien fuera su Contador. Y al final de aquella abigarrada sesión donde le explicaron la mecánica para la determinación del Impuesto Sobre la Renta, para luego pasar a analizar los ingresos acumulables que había obtenido por las clases que impartía, por los honorarios de las conferencias, por el sueldo que le pagaba el gobierno, quizá por alguna inversión que tuviera por ahí y uno que otro ingreso adicional, así como la explicación de sus deducciones autorizadas,  y después escuchar la interpretación que le hizo su Contador sobre las disposiciones fiscales relativas a sus deducciones, analizando cuáles cumplían con los tres tipos de requisitos, es decir los requisitos estructurales, los de forma, y los de fondo y al darse cuenta que de todos los gastos que había realizado sólo unos cuantos disminuían su carga fiscal, el eximio Físico atinó a decir aquella célebre frase: “Lo más difícil de entender en el mundo, es el Impuesto Sobre la Renta”

Después de leer la anécdota anterior, la mayoría de nosotros ya podemos presumir en nuestras reuniones sociales que tenemos algo en común con Einstein, pues al igual que al genio, a la mayoría de nosotros nos conflictúa entender la complejidad de las obligaciones fiscales.